Historias Perdidas

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NUESTROS MAYORES

El pasado día 28 estuve en el Centro de Mayores de Rabasa donde conocí a una gente excepcional. Cuantas actividades realizan y que vitalidad desprenden!. Desgraciadamente, en estas fechas navideñas, que para muchos son motivo de alegría y reencuentros familiares, muchos de nuestros mayores se encuentran muy solos, bien porque no tienen familia, bien porque ésta se encuentra lejos.

Si a esto le unimos que muchos de ellos viven en pisos antiguos y poco adaptados para sus necesidades, donde cualquier actividad cotidiana como ir a comprar puede suponer una odisea, se hace más necesaria la implicación de la sociedad, empezando por el Ayuntamiento, para dotarles de la calidad de vida que a estas alturas se han ganado merecidamente.

Hace poco, en una conferencia sobre mayores, uno de los ponentes comentaba que el famoso botón de teleasistencia para emergencias de la Cruz Roja, era apretado en numerosas ocasiones por “error” y esto se producía porque hay muchas personas mayores que se encuentran tan solas que necesitan que alguien las llame y les pregunte como se encuentran para sentirse más vivas y ver que hay alguien se interesa por ellas.

Por tratarse de un colectivo especialmente vulnerable, la apuesta por programas sociales específicos para ellos para que nunca se encuentren desamparados, es sin duda la mejor inversión que podemos realizar. Nuestros mayores se lo merecen.

Feliz Año Nuevo a todos y a todas!

HERMANOS DOWN

La semana pasada tuve ocasión de conocer a una chica integrante del Proyecto “Hermanos Down”, cuya hermana había sido una de las 13 personas con Síndrome de Down que, junto con sus monitores, estaban disfrutando de una salida de ocio y tiempo libre, y al entrar en un Pub situado en el centro de Alicante, fueron invitados a abandonar el local.

Parece mentira que en estos tiempos que corren, siga habiendo personas con tan pocos escrúpulos y con tan poco conocimiento, puesto que las personas con Síndrome de Down, son un ejemplo de integración social, de cariño y amor hacia quienes les rodean.

Me emocioné bastante al escuchar la historia del suceso, puesto que las palabras de esta joven, rebosaban amor hacia su hermana y recordé lo bien que lo pasaba de pequeña con una prima mía, que padece el mismo Síndrome y a la que guardo un enorme cariño.

Aprovecho estas fechas prenavideñas para haceros pensar sobre el suceso, pero sobre todo en el respeto a las personas, y en especial a aquellas que más necesitan de nuestro apoyo y protección, no sólo en Navidad, sino durante todo el año.